A pesar que del depuesto presidente hondureño, Manuel Zelaya Rosales, ya se dijo mucho y poco a la vez, yo sí creo que este señor merece eso y más, hasta que sea capturado si regresa a su país, mañana jueves, como lo ha anticipado.
Yo lamento el golpe de Estado pero por el pueblo hondureño, porque su democracia fue tomada para limpiar el antojo de Zelaya Rosales de mantenerse en el poder. Reelegirse, pienso yo, abría sido un mal consejo del venezolano Hugo Chávez.
Ya para qué, pero el problema no es el golpe, sino haber elegido un presidente que antepondría sus intereses a los de la colectividad.
Recuerdo ahora aquella frase que dice que cada país tiene al presidente que merece.

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