Charla con Mario Alberto Jorge Espósito

Columna publicada en elQuetzalteco el 29 de agosto de 2009

Por César Pérez Méndez
cperez@elquetzalteco.com.gt
Veritas

Intentar explicarle de estrategias de futbol sería como si alguien se tirara a la piscina sin saber nadar; así que no lo haré. Sin embargo, no hay que ser experto para entender cómo piensa un estratega del balompié.
Me voy a referir al recién llegado entrenador de Xelajú, Mario Alberto Jorge Espósito, llamado el "Pampa", por ser oriundo de La Pampa, provincia de Argentina, situada en el centro de ese país sudamericano.
Al verlo sólo en fotos, incluso antes de que llegara a Quetzaltenango, se me figuraba un señor serio y un tanto dictador, como se pintan los entrenadores; no obstante, después de conocerlo e intercambiar ideas, puedo resumir que es un personaje amable, carismático y con una definida visión que, de ponerla en práctica, el futbol chivo podría tomar otro rumbo y, por supuesto, los resultados serían diferentes.
El "Pampa" no me lo dijo de manera explícita, pero le entendí que aquí seguimos haciendo las cosas del mismo modo, esperando resultados diferentes; diría que no sólo en el futbol.
Entonces, lo que hay que cambiar son las actitudes de los jugadores y no necesariamente en los partidos, sino en las prácticas. Realmente tampoco sé como se comportan las estrellas del futbol, pero por sus frutos los conoceréis, dice el señor; ah no, eso ya es otro capítulo y no del futbol.
Pero bueno, por ejemplo, una buena actitud de los futbolistas sería llegar temprano a los entrenos y no estar viendo el reloj para irse a casa.
El entrenador asegura que los mejores, en colocación y definición, hablando de futbol, son quienes repiten una y otra vez los ejercicios; quien tira 500 veces, difícilmente falla.
El encuentro con el "Pampa" se dio durante una cena organizada por la Sección de Deportes de elQuetzalteco, donde habló de sus acciones encaminadas a la conquista de la Quinta Luna.

PUNTO FINAL. El máximo logro del argentino Jorge Espósito, como entrenador, fue conquistar el título del Torneo Apertura 2002 con Toluca, oficialmente hablando, ya que en esas fechas sólo dirigió los últimos cuatro partidos de ese club mexicano.