
El máximo jefe de la Policía fue capturado ayer, acusado de estar vinculado al robo de grandes cantidades de droga, algo que deberá confirmarse o no en los tribunales.
Sin embargo, esta captura y la de otros dos jefes policiales, debe enviar un mensaje claro de que nadie está libre de parar en la cárcel, si su comportamiento contraviene la legalidad. Si fue capturado el director, un jefe departamental fácil puede ir a prisión si actúa mal. Y no sólo los policías, cualquier funcionario debería correr la misma suerte.
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