Columna publicada en elQuetzalteco, el sábado 3 de diciembre
Por César Pérez Méndez
VERITAS
El instrumento que ejecuta el maestro italiano Luca Fanfoni es el más pequeño y agudo de la familia de los de cuerda clásicos: el violín.
Fanfoni se ha presentado en grandes ciudades, desde Milán hasta Tokio, pasando por Nueva York, y ahora llega a Quetzaltenango.
Es este domingo a las cinco de la tarde, en el centenario Teatro Municipal de Xela, el que no tiene nada que envidiarle a los grandes escenarios donde se ha presentado el maestro Fanfoni.
La historia da cuenta, por ejemplo, que en los tiempos dorados de la Cuna de la Cultura había ocasiones en que los grandes espectáculos, primero se presentaban en Quetzaltenango, y luego en Nueva York, por la importancia de la plaza altense.
En la actualidad, aunque no sea necesariamente así, en Quetzaltenango se sigue teniendo oportunidades para ver espectáculos de primer orden.
Para asistir al concierto del violinista italiano Luca Fanfoni hay muchas razones; primero, porque es domingo y, sobretodo, porque estará acompañado de La Orquesta Sinfónica de Los Altos, un orgullo musical de los quetzaltecos.
El plato fuerte será cuando armonicen con Las Cuatro Estaciones del compositor Antonio Vivaldi: La primavera, El verano, El otoño y El invierno.
La invitación la hace el cónsul honorario de Italia en Quetzaltenango, Giovanni Iannello, quien comenta que los Q25 que cuesta el boleto serán destinados para actividades benéficas.
Los boletos pueden ser adquiridos en Casa No'j, Alianza Francesa, IGA y en la taquilla, el día del evento.
Hablando de buenos espectáculos, luego de las exitosas presentaciones del Coro de Cámara del Conservatorio de Música y Artes de Celaya, Guanajuato, México, la maestra Maritza Rebolledo dejó el siguiente mensaje a los quetzaltecos: "Fue la gira del descubrimiento, unión y gratitud. Xelajú, tierra bendita por Dios, poblada de corazones temerosos, cuya calidez cobija con el fuego de su amor. Xelajú, has hermano a Guatemala y México; nos llevamos tu recuerdo guardado en la memoria como el latir de un solo corazón. Y qué dejamos, nuestra música y eterna gratitud".
PUNTO FINAL. Descubrieron que no sólo saben cantar, sino tocar vidas.
