Antes de que sea tarde con Chikab'al

Editorial que publica hoy el periódico elQuetzalteco

Laguna de Chikab'al, una belleza natural. Foto: elQuetzalteco

Lo que se ha hecho público recientemente con el "lago más bello del mundo", Atitlán, no surgió de un día para otro, el problema deriva de que no se le prestó atención en el debido tiempo. Ante lo dramático de la situación, hasta ahora están reaccionando y viendo qué hacen las autoridades ambientalistas y gubernamentales. Ahora que hemos visto el alto grado de contaminación del lago de Atitlán, por una bacteria, y la acumulación desmedida de los desechos, los quetzaltecos estamos obligados a voltear a ver a nuestra laguna de Chikab'al, situada en el cráter del volcán del mismo nombre, al sur de la ciudad altense, en el municipio de San Martín Sacatepéquez. Por varias razones, este monumento natural y cultural llamado Chikab'al debe ser cuidado, conservado y de alguna manera rescatado, porque hay indicios de que comienza a ser desatendido y, si no se reacciona a tiempo, la factura ambiental puede ser muy elevada. Recordemos que esta belleza natural se integra, no sólo por la laguna, sino que también por el volcán; sin embargo, en sus faldas la actividad agrícola ha avanzado, con saldo trágico en la tala de árboles. De esa cuenta, la frontera agrícola debe ser detenida y en algunas áreas restaurada; así que un plan de reforestación quedaría muy bien para proteger esta laguna. Hasta este momento una asociación de agricultores ambientalistas hace su mayor esfuerzo, porque además son personas y familias originarias del lugar, pero eso no es suficiente, porque necesitan del apoyo gubernamental. El acceso al volcán y laguna de Chikab'al, hasta este momento está restringido, aunque en el pasado reciente, hasta sus orillas llegaban picops que trasportaban el abono -broza- que se extraía de las riberas. Afortunadamente se ha ido adquiriendo conciencia de la contaminación y daño a los bosques y hoy únicamente se permite la llegada de vehículos hasta la llamada laguna Seca. Pero eso no es todo, con esta reserva natural hay mucho más por hacer, ya dijimos que la reforestación en algunas áreas es necesaria; no obstante, los esfuerzos también deben ir encaminados al cuido de las especies de flora y fauna, únicas en la región, y que han ido desapareciendo, como el Quetzal y el Coche de Monte. Este último, todavía en la década de los ochenta era cazado por los lugareños. Pero el esfuerzo no debe ser sólo de los habitantes de San Martín Sacatepéquez, sino de todos, principalmente de los visitantes, quienes deben respetar las reglas del lugar, como evitar bañarse en la laguna y no dejar sus desechos en las orillas. Aunque para tomar conciencia, un primer paso debería ser visitar el sitio, porque a pesar de ser considerado un monumento natural y cultural, todavía hay quetzaltecos que no conocen el lugar. Antes de admirar o preocuparnos por otros destinos, comencemos con nuestro entorno.

Esta fotografía –arriba- de Chikab'al, contrasta con la foto de Atitlán –abajo- que está severamente contaminado.