Ya tienen su dirección electrónica y usted ni lo sabe

Columna publicada en el periódico elQuetzalteco, el 28 de noviembre de 2009

Por César Pérez Méndez
cperez@elquetzalteco.com.gt
VERITAS

La inseguridad no únicamente es física, en las calles; sino que también en la ruta virtual, en la Web. ¡Cuídese! ¡Cuidémonos!
Hoy no le hablo de la seguridad pública o privada, sino que de la seguridad informática; esta última consiste en cuidar que los recursos del sistema de información de una persona u organización sean usados de la manera que se decidió y que el acceso a la información allí contenida, así como su modificación, sea sólo por los encargados.
Esto ahora es importante, porque la delincuencia también se sofisticó; las estafas, robos, extorsiones y chantajes ya no se dan sólo cara a cara, sino que desde cualquier computadora.
Así que debe estar atento. Le voy a decir cómo funciona parte de la seguridad informática, porque no hay que contratar a un agente de seguridad, aquí se trata de que nos ayudemos, nos cuidemos; es simple, pero necesario.
No quiero que nos llegue, ni a usted ni a mí, correspondencia electrónica no solicitada y de personas desconocidas.
Claro que nos gusta recibir correos con chistes, aprender de temas interesantes o meditar con un buen mensaje, pero no permitamos que nuestras direcciones electrónicas estén en bases de datos de spammers: individuos o empresas que envían spam; es decir, correos basura, mensajes no solicitados, habitualmente de tipo publicitario, enviados en grandes cantidades, que perjudican de alguna o varias maneras a los receptores.
Entonces, ayude y preste atención al consejo de los expertos: cada vez que reenvíe un correo, a más de un destinatario, use CCO (Con Copia Oculta), porque esto hace que no figure la lista de receptores en el mensaje.
Y cuando haga un forward, es decir, reenvío de e-mail, tómese un segundo y borre las direcciones del mensaje anterior. Si no hace lo anterior, lo más seguro es que alguien está recolectando sus datos desde los mensajes masivos entre amigos, y qué pasa, pues intercambian o venden estas listas.

PUNTO FINAL. Hay delincuentes virtuales que están deseosos de tener su dirección electrónica, para ofrecerle cualquier cosa. ¡Cuídese!