De la actividad de ayer, donde Porfirio Lobo asumió la Presidencia de Honduras, me llamaron la atención dos cosas; primero, que no haya habido una marcada presencia de extranjeros, como en eventos similares. Segundo, me llamo la atención la guapa nueva Primara Dama de los hondureños, Rosa Elena Bonilla de Lobo -a la izq.-.
¿Y quién es ella? Rosa Elena Bonilla de Lobo es una capitalina a quien conoció Lobo Sosa cuando era su secretaria siendo él director de la Corporación Hondureña de Desarrollo Forestal, Cohdefor, reporta hoy la prensa hondureña.
Desde entonces ha sido ese soporte de su hogar y de su carrera política, aunque es hasta ahora, después del triunfo, cuando ella cobra notoriedad.
Con ella ha visto crecer a los hijos de ambos: Ámbar, Said y Luis Fernando Lobo Bonilla, quienes se llevan muy bien con sus hermanos y hermanas mayores, nacidos de matrimonios anteriores del mandatario.
Una de las cosas que a Pepe le gusta de Rosa Elena, según la prensa, es que es una mujer agradable, prudente y observadora. “Vengo tarde nueve o diez de la noche y siempre estamos platicando para buscarle solución a todo, para que nada nos quite el sueño”, dice Lobo.El presidente hondureño, Porfirio Lobo Sosa, saluda junto a su esposa, Rosa Elena de Lobo, tras recibir la banda presidencial en el Estadio Nacional de Tegucigalpa, Honduras. Foto: elQuetzalteco / EFE
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