Los Quijotes llegan a la mayoría de edad

Columna publicada en elQuetzalteco, el 16 de octubre de 2010

Por César Pérez Méndez

cperez@elquetzalteco.com.gt

VERITAS

Hoy quiero hablar de ellas, total, sin las letras, nada puedo comunicar.

Esta semana, el amigo escritor Héctor Rodas Andrade me obsequió su obra más reciente: Poemas No Premiados. Me envió un ejemplar autografiado, gesto que le agradezco.

Y ayer me encontré con el ahora director de la Casa de la Cultura de Occidente, el periodista Vinicio Contreras López, quien bajo el brazo llevaba dos obras: Dibujos de Ciego y Pequeña Sinfonía del Nuevo Mundo, ambas del ilustre guatemalteco ensayista, narrador y crítico de arte, Luis Cardoza y Aragón (1901-1992), fallecido en México.

Y hablando de Contreras, en marzo, al iniciar su gestión en el recinto del arte y la cultura altense, una de sus primeras decisiones fue dedicar la Feria Departamental del Libro al grupo de escritores Los Quijotes, quienes precisamente hoy cumplen 18 años de integración y aportar a las letras quetzaltecas, nacionales y del mundo. 

Los Quijotes son ocho quetzaltecos y quetzaltecas que dedican tiempo a su mayor pasión: escribir; pero no es sólo eso, sino que procuran preservar y promover las letras. La tropa está integrada por Óscar Soto, Héctor Pérez, Ana María González, Aura López, Moisés Recinos, Lily Mora, Mario Sotovando y Vilma Calderón.

Y ahora que llegan a la mayoría de edad, creo justo recordar a quienes estuvieron en las filas quijotescas, pero que han partido, entre ellos, el novelista Marco Antonio Fernández Rosal, el poeta Jacinto Loarca y el músico Joaquín Marroquín.

Volviendo a la publicación de Andrade, su nombre es apenas la cruda realidad de unos poemas que regresaron de los concursos "sin fama y sin un centavo en los bolsillos", escribe el autor, quien a finales de octubre viajará a la Segunda Cumbre Latinoamericana de Poetas, en Chile. 

PUNTO FINAL. En Quetzaltenango, considero que prevalecen dos corrientes de escritores, Los Quijotes, de una línea conservadora, pero buena; mientras que Andrade y otros más, son de la línea vanguardista, con estilo y calidad propia.