sábado, 16 de abril de 2011

Haciendo cuentas con el magisterio

Columna publicada en elQuetzalteco, el sábado 16 de abril de 2011

Por César Pérez Méndez
VERITAS

Nunca un salario es suficiente. Depende, por supuesto, porque justamente depende de la administración de los ingresos. Muchas personas siempre están esperando salir de sus dificultades financieras cuando ganen más, sin considerar que cada vez se van creando más necesidades.
Voy a que un incremento puede ser una urgencia o nunca estar de más, pero no necesariamente es la solución. Digo esto por la presión ejercida por el magisterio para conseguir un aumento salarial y la irresponsable respuesta del Gobierno.
Antes de hacer cuentas, respondamos un par de preguntas. ¿En qué trabajo le pagan sin cumplir, y peor si ni se presenta? Verdad que en ningún lado. Entonces, ¿cómo cabría un aumento? Suena imposible, pero pasa con quienes tienen a su cargo la formación de millones de niños y niñas.
De los 365 días del año, los países que se han tomado en serio la educación como solución a sus problemas sociales, imparten no menos de 220 días de clases; pero en Guatemala, la meta de 200 días jamás se ha cumplido, al punto de bajarla a 180 días que también se quedan lejos de cumplirse con tanta huelga disfrazada de asamblea permanente.
Aún así, si se llegara a la meta de los 180 días, ya se dio cuenta que es apenas medio año; entonces, en lugar de 12 salarios, se les debería pagar seis meses; si no es un juego o una tarea que se puede completar después.
Estar conscientes de esto serviría para no hacer huelga y cumplir con su responsabilidad; aunque igual de irresponsable es el Gobierno al acceder al aumento.
¿De dónde irá a salir ese 10.5 por ciento de incremento salarial?, retroactivo a enero, si el Estado atraviesa una imposibilidad financiera, a menos que para cumplir se endeude más.
Razonemos. Con la educación las cuentas deberían cuadrar.

PUNTO FINAL. Felicitaciones al Instituto Básico Mixto por Cooperativa “Los Trigales”, porque el jueves reciente festejó su XV aniversario; agradezco el gesto que me hayan nombrado padrino de la celebración.