Un día después de que ella visitó al ex Presidente, él fue trasladado de improvisto a una prisión de máxima seguridad. Morataya ha buscado intervenir a favor de él. Y ha llamado a las puertas del Ministerio de Gobernación, de la Iglesia Católica y la del Procurador de los Derechos Humanos. Una sola es su petición: que Portillo sea tratado de forma digna y que le trasladen al Centro Preventivo de la zona 18 o bien sea internado en hospital, añade el diario.
Si pudiéramos escudriñar el corazón de Evelyn, para saber si cree o no en la inocencia de quien fue su marido y con quien compartió las miles del poder. Sólo ella lo sabe.
Portillo es acusado de lavar varios millones de quetzales en Estados Unidos, durante su gobierno 2000 – 2004.

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