Esta fotografía del sábado último, en la zona dos de Xela, se ha visto en años anteriores y nadie hace nada. Foto: Leonel Rodas.
Primero, gracias a Dios, la tormenta Ágatha se disipó y tras ser una depresión tropical, desapareció; aunque dejó muchos daños que ahora se lamentan.
Esta mañana en Frente al Poder, conversé vía telefónica con el gobernador departamental, Marco Aníbal Herrera, quien confirmó la muerte de seis personas en el departamento de Quetzaltenango; cuatro en Almolonga, una en Zunil y una más en Cantel; en tanto, se reportan dos desaparecidos. En el territorio nacional, la tormenta dejó a su paso un total de 92 muertos.
El gobernador reconoció la gravedad de los daños, no sólo materiales, sino que también en la agricultura.
Mientra que el alcalde de Xela, Jorge Rolando Barrientos, por la misma vía, describió la situación de la ciudad, donde resaltan los estragos de las inundaciones en las zonas dos y cinco, donde hoy la Primera Dama, Sandra Torres de Colom, hace una breve visita.
Barrientos dijo que pedirá al gobierno central ayuda, principalmente para mejorar los drenajes y dragar el río Seco.
El entrevistado presencial fue el alcalde de Zunil, Julio Xicay, quien dijo que este municipio fue severamente golpeado. En la aldea Chicovix, Zunil, 20 casas fueron destruidas y los centros turísticos Las Georginas y Aguas Amargas quedaron totalmente destruidos.
La reconstrucción será lenta, llevará meses, dijo el alcalde Xicay, quien estima que las pérdidas son millonarias en infraestructura y cultivos.
Cuál es el resumen, que no estamos preparados para los golpes de la naturaleza, ni autoridades ni en lo individual. Aunque por la magnitud de la tragedia, tampoco hemos aprendido nada del pasado, como de Stan, en 2005. Cinco años después, el país vuelve a sufrir. Ojalá no venga nada peor, porque no se soportaría, el territorio como ya vimos, es frágil. Julio Xicay, estuvo hoy en el programa radial Frente al Poder, se veía cansado; dijo que su municipio, Zunil, había sido de los más golpeados por la tormenta Ágatha.
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