
Como sea, vale la pena detenerse y observarlas como un “regalo” visual de la madre naturaleza.
Hoy en día, con precaución por supuesto, es posible ascender hasta la cima del volcán Santa María, cerca de la ciudad de Quetzaltenango, y mirar hacia abajo las erupciones activas del Santiaguito, a 1.200 m debajo, una situación que puede ser única en el mundo.
Desconozco al autor de las siguientes fotos, porque si no, lo citaría como debe ser. Las imágenes llegaron a mis manos y aquí las muestro.







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