viernes, 13 de noviembre de 2009

2012

Columna publicada en elQuetzalteco el 14 de noviembre de 2009

Por César Pérez Méndez
cperez@elquetzalteco.com.gt
VERITAS

¿Usted cree que se va acabar el mundo? Yo sí.
¿Piensa que hay una fecha para este acontecimiento? Ahí si le quedo mal, porque no creo que haya una fecha: hora y día para el gran final.
Y con esto también le quedo mal a mis antepasados, los mayas, quienes siglos atrás anotaron una fecha para el fin del mundo: el próximo 21 de diciembre de 2012; dentro de tres años.
Hablar de esto no debe ser en lo más mínimo escalofriante, porque nada ni nadie es eterno: para siempre.
Si entendemos que el mundo está vivo, pero que está agonizando, por la misma mano del hombre, hay que ir pensando que habrá un final, el cual no será nada agradable.
Y qué le parece, porque la imaginación del hombre ya se adelantó esos tres años y ese fatal desenlace se puede ver desde ayer, con el estreno mundial de la película: "2012, el fin del mundo".
Si usted vio "Día de la Independencia" y "El día después de mañana", vaya al cine, porque los críticos anticipan que "2012, el fin del mundo", lo dejará sin respiración.
Y qué vamos a ver en el film, porque iré hasta hoy o mañana: veremos puras catástrofes naturales, similares a la vida real, pero dimensionadas. Y como todo parte de las predicciones mayas sobre el fin del mundo, qué le parece que en Tikal se registra un suicido colectivo, por la referida profecía.
La ciudad de Los Ángeles se despedaza y se hunde lentamente en el Océano Pacífico. Japón desaparece a causa de las olas de un megatsunami.
Río de Janeiro colapsa por un terremoto y se desmorona la estatua de Cristo Redentor. Y en Roma, un temblor destruye toda la ciudad del Vaticano. ¡Vaya imaginación! Podría suceder, pero las circunstancias del "cuándo" y "cómo" están ocultas, según la Biblia. El fin del mundo puede llegar por dos razones, creo, por las acciones de la población o porque así lo decida una fuerza superior; es decir, el Creador, y con ello también llegaría el fin del hombre, de la humanidad.

PUNTO FINAL. Hoy no hay punto final, porque si no, puedo empezar a creer que el final está cerca.

En el reparto destaca la participación de la sensual actriz estadounidense Amanda Peet, de 37 añitos. Interpreta el papel de Kate, la ex esposa de Jackson, el escritor divorciado que a veces trabaja como chofer de limusina.
A continuación le presento a Amanda. Dios mío, ¡Que no se acabe el mundo!

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