sábado, 26 de mayo de 2012

Alina Nettel Barrera y el buen gobierno

Columna publicada en elQuetzalteco, el sábado 26 de mayo de 2012

Por César Pérez Méndez
D-Frente

Un político local sorprendido me preguntó si era cierto que en Quetzaltenango se estaba llevando a cabo el Masterclass en buen gobierno. "¡Y que!, ¿existe eso pues?", expresó en forma irónica. 
Señores, por eso estamos como estamos, por funcionarios ineptos, corruptos y sinvergüenzas.
Claro que existe el buen gobierno, aunque de momento sea en teoría, la que deberían aprender todos los aspirantes y actuales funcionarios públicos; para ver si así comienza a cambiar nuestra sociedad.
Esta semana conversé con un italiano radicado en la Ciudad de Los Altos, y saben qué pena tiene, que Xela se está convirtiendo en una fea y desordenada sucursal de la Ciudad Capital.
En Quetzaltenango no parece verse, por ningún lado, que los habitantes aspiremos a tener una mejor calidad de vida. Hay que reaccionar. 
Parte de esa reacción está en el buen gobierno, en su conocimiento y ejercicio.
Por ello, hay que prestar atención a lo que la chiapaneca Alina del Carmen Nettel Barrera, radicada en España, vino a compartir esta semana con los estudiantes de buen gobierno. Ella expone que la transparencia, en términos actuales, ha evolucionado.
La doctora Alina, experta en Derecho, habla que con transparencia se puede salir del desorden; la que cuenta con dos sentidos, una amplia y otra restringida.
El primero responde a la “apertura, comunicación y responsabilidad” de los gobiernos. Para la Unión Europea, es la apertura de las instituciones; tiene relación con los reclamos de los ciudadanos a tener acceso a la información y a los documentos, así como a una mayor participación en la toma de decisiones.
En el segundo sentido, más restringido, se refiere a la apertura del trabajo del gobierno; es decir, la posibilidad de que el ciudadano pueda ver y conocer los elementos esenciales del quehacer gubernamental. Aquí puede referirse a la “transparencia en las reuniones, en las acciones de la administración”.
Creo que el buen gobierno es posible, pero hay que invertirle voluntad. 

PUNTO FINAL. Un pensamiento que me impactó ayer: “No hay nada más harto que usar el tiempo para lo que no te apasiona”, Marcela Ortega, de Colombia.