Columna publicada
en elQuetzalteco
el 21 de noviembre de 2009
Por César Pérez Méndez
cperez@elquetzalteco.com.gtVERITAS
Realmente estoy muy molesto con estos trabajadores, pero intento tranquilizarme al escribir esta columna, porque quiero que reflexionen y depongan su pereza.
Por las bajas temperaturas de los últimos días, -hasta un grado bajo cero, pero aclarando que a las cinco de la mañana, no a las ocho cuando ingresan a trabajar- pidieron entrar una hora más tarde de lo habitual; y como les dijeron que no, hasta protestaron y, por la presión, les terminaron diciendo que sí.
Son los 100 trabajadores del área Administrativa, no los catedráticos, del Centro Universitario de Occidente, Cunoc, quienes le acaban de hacer el berrinche al director de esa casa de estudios superiores, Eduardo Rafael Vital Peralta.
Le dijeron a Vital que llegar una hora tarde, por estas fechas, es ya una "tradición", y que los anteriores directores daban su visto bueno.
A pesar que Vital "Fuerte" se opuso, terminó por conceder el permiso, pero entonces, les dijo que debían salir una hora más tarde. Situación que tampoco aceptaron y, al final de cuentas, el Consejo Universitario, que por sus decisiones no tiene nada de consejo, terminó por avalar el capricho. Que mal se ve todo esto, porque puros limosneros, pero con garrote; le piden la mano a las autoridades del Cunoc y terminan agarrándoles los pies.
Al final de cuentas, como se trata de empleados públicos, no se puede esperar más, porque luego dicen que se violan sus derechos como trabajadores; aunque para ser tales, hay que anteponer la responsabilidad, que incluye cumplimiento de horarios.
También pasa en Gobernación Departamental, los trabajadores se presentan hasta las 9 de la mañana, pero eso sí, a las 5 de la tarde ya no hay nadie. Cuanta gente sin trabajo llegaría, incluso a las 7 de la mañana. Por ello, sugiero, y no sé si usted me apoya, pero así como se autoriza la entrada tarde, también que se descuenten esos minutos, porque hay que tener en cuenta que les pagamos con nuestros impuestos.
PUNTO FINAL. Se les olvida que el frío es hasta saludable, y que quien madruga, Dios lo ayuda.