Columna publicada en elQuetzalteco, el 24 de abril de 2010
Por César Pérez Méndez
cperez@elquetzalteco.com.gt
VERITAS
Para revisar el tema del aeropuerto de la ciudad de Quetzaltenango hay que enfocarse, obligadamente, en dos aspectos. Primero, su vínculo con el desarrollo del Suroccidente del país, y segundo, su significado en la identidad y orgullo de los quetzaltecos.
Hay que reconocer que la población altense es localista, pero no por capricho o algo que se le parezca; somos así por nuestro pasado, por nuestra idiosincrasia marcada por el establecimiento del Sexto Estado de Los Altos.
Entonces, estamos orgullosos de lo nuestro, entre tantas cosas, de un aeropuerto que más allá de Q41 millones 600 mil, costó gestiones por más de 25 años; por ello, no es un logro de pocos, sino de muchos involucrados en lo que se considera, sería una puerta al desarrollo de Quetzaltenango y sus alrededores.
Finalmente, la terminal aérea inconclusa fue inaugurada el 11 de enero de 2008, sin torre de control y con un muro perimetral deteriorado.
Veintiocho meses después llegan las autoridades de turno de Aeronáutica Civil, acompañados del Vicepresidente de la República, Rafael Espada, para decir que la pista que costó millones de quetzales no sólo no sirve, sino que no llena los requerimientos mínimos para que nuestra terminal aérea sea de categoría internacional.
La bofetada al orgullo y desarrollo de los quetzaltecos alcanza extremos al decir que ese aeropuerto, en la zona seis, mejor debería lotificarse y pensar en otro lugar. ¿Qué puede ser esto? Ignorancia, porque no se pueden tirar a la basura más de Q41 millones, o detrás de esto hay otros intereses que pueden ser muy obscuros, como la concesión o privatización del patrimonio de todos.
Todo aeropuerto es un aeródromo por definición, así que para saber su categoría debemos estar informados de los detalles de la obra y, sobretodo, exigir que concluyan los pendientes, porque el futuro del aeropuerto no sólo depende de un sentimiento, sino de la pujanza de los quetzaltecos.
PUNTO FINAL. Para explicar todos esos detalles, el 30 de abril hay una cita con las actuales y anteriores autoridades de Aeronáutica.Esta pista costó Q41 millones 600 mil en el gobierno anterior, presidido por Óscar Berger. Foto elQuetzalteco: Luis HernándezEl aeropuerto se ubica en la zona seis de la ciudad de Quetzaltenango, a un costado del Campo de la Feria. Foto elQuetzalteco: Luis Hernández
Por César Pérez Méndez
cperez@elquetzalteco.com.gt
VERITAS
Para revisar el tema del aeropuerto de la ciudad de Quetzaltenango hay que enfocarse, obligadamente, en dos aspectos. Primero, su vínculo con el desarrollo del Suroccidente del país, y segundo, su significado en la identidad y orgullo de los quetzaltecos.
Hay que reconocer que la población altense es localista, pero no por capricho o algo que se le parezca; somos así por nuestro pasado, por nuestra idiosincrasia marcada por el establecimiento del Sexto Estado de Los Altos.
Entonces, estamos orgullosos de lo nuestro, entre tantas cosas, de un aeropuerto que más allá de Q41 millones 600 mil, costó gestiones por más de 25 años; por ello, no es un logro de pocos, sino de muchos involucrados en lo que se considera, sería una puerta al desarrollo de Quetzaltenango y sus alrededores.
Finalmente, la terminal aérea inconclusa fue inaugurada el 11 de enero de 2008, sin torre de control y con un muro perimetral deteriorado.
Veintiocho meses después llegan las autoridades de turno de Aeronáutica Civil, acompañados del Vicepresidente de la República, Rafael Espada, para decir que la pista que costó millones de quetzales no sólo no sirve, sino que no llena los requerimientos mínimos para que nuestra terminal aérea sea de categoría internacional.
La bofetada al orgullo y desarrollo de los quetzaltecos alcanza extremos al decir que ese aeropuerto, en la zona seis, mejor debería lotificarse y pensar en otro lugar. ¿Qué puede ser esto? Ignorancia, porque no se pueden tirar a la basura más de Q41 millones, o detrás de esto hay otros intereses que pueden ser muy obscuros, como la concesión o privatización del patrimonio de todos.
Todo aeropuerto es un aeródromo por definición, así que para saber su categoría debemos estar informados de los detalles de la obra y, sobretodo, exigir que concluyan los pendientes, porque el futuro del aeropuerto no sólo depende de un sentimiento, sino de la pujanza de los quetzaltecos.
PUNTO FINAL. Para explicar todos esos detalles, el 30 de abril hay una cita con las actuales y anteriores autoridades de Aeronáutica.Esta pista costó Q41 millones 600 mil en el gobierno anterior, presidido por Óscar Berger. Foto elQuetzalteco: Luis HernándezEl aeropuerto se ubica en la zona seis de la ciudad de Quetzaltenango, a un costado del Campo de la Feria. Foto elQuetzalteco: Luis Hernández
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