sábado, 13 de septiembre de 2008

La Fátima septembrina

Columna del sábado 13 de septiembre de 2008

César Pérez Méndez
cperez@elquetzalteco.com.gt
VERITAS

Ni sabe que escribí de ella y, si le cuentan, le importará poco. A ella sólo le interesa el calorcito materno que no tiene y que tendrá que seguir esperando, porque hasta ayer, ni señas de quién la trajo al mundo.
En medio de este ambiente festivo, colorido y musical, hay una historia que contar, de separación. Es el caso de la bebé de tres meses que está desconectada de su mamá, desde el martes último.
A quienes se la pasan quejando y hasta dicen que la vida es ingrata, les pediría recapacitar, porque ingrato, es decir, desnaturalizado, sólo puede ser que lo abandonen, pero no ahora que ya camina y hasta corre, sino cuando fue bebé e indefenso.
Nadie puede juzgar a la madre de la criatura que fue dejada a su suerte en las “Cuevas de Juan Noj”, en Chicuá, Quetzaltenango, porque ni la conocemos y tampoco sabemos los motivos que la orillaron a tal extremo. Seguramente no ha de tener paz, porque abandonó parte de sus entrañas o, puede ser que le hayan arrebatado el fruto de su vientre.
El tiempo resolverá, mientras tanto, Fátima, como la nombró el personal de la Procuraduría General de la Nación, PGN, se encuentra estable y en este momento, y durante el tiempo que dure la feria, se estima que permanecerá en un rincón de la Sala de Pediatría del Hospital Regional de Occidente, HRO.
A pesar que se ve saludable, los doctores del hospital prefieren mantenerla bajo observación, y si nadie la llegara a reclamar, la otra semana, podría ser enviada al hogar “Ciudad de los Niños”, en San José Pinula, Guatemala.
De ahí en adelante podría ser entregada al Consejo Nacional de Adopciones para que alguien le dé el calorcito que ha de extrañar.
Y ¿por qué Fátima? Creo que por la veneración de la Virgen de Fátima. La historia comienza en 1917, cuando tres niños, Lucía dos Santos y los hermanos Francisco y Jacinta, primos de la anterior, que realizaban labores de pastoreo, afirmaron ver a la Virgen María cerca del lugar despoblado conocido como Cueva de Irene, antigua santa local, cerca de su domicilio en Fátima.
Los niños relataron haber observado una luz que se aproximaba y vieron a una Señora vestida de blanco surgir; aseguraron que se trataba de la Virgen, la cual les pidió que regresaran al mismo lugar el día 13 de cada mes, durante seis meses. Les dejo la tarea para creer o dejar de creer.

PUNTO FINAL. Y las “Cuevas de Juan Noj”, nada tienen que ver con la Virgen; éste es un personaje de la cultura maya regional, a quien supuestamente le van a pedir dinero a cambio de rituales y ofrendas.

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