martes, 9 de agosto de 2011

Portadas de la prensa nacional sobre el No a Sandra Torres Casanova





EDITORIAL DE PRENSA LIBRE 09/08/2011

Voto unánime salva la institucionalidad

La institucionalidad del país quedó a salvo anoche gracias a la decisión unánime de la Corte de Constitucionalidad (CC), que así dictaminó de manera definitiva acerca de la ilegalidad de la candidatura de Sandra Torres Casanova, exesposa del presidente de la República, Álvaro Colom Caballeros, lo cual cierra uno de los capítulos jurídico-políticos más importantes de la historia.
La CC consideró que no había fraude de ley en el divorcio Colom-Torres, pero que de todos modos la prohibición señalada en el artículo 186 de la Constitución es lo suficientemente clara para impedir la participación de Torres. Es decir, que los cónyuges son parientes, como lo señala el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, libro oficial del idioma oficial del país. A esto se agrega el texto constitucional.
Álvaro Colom debe ahora ordenar a los directivos, afiliados y simpatizantes de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) que acaten el fallo y se abstengan de realizar cualquier actividad pública contraria a este, por el peligro que representa de posibles acciones violentas. La UNE debe participar con sus candidatos a diputaciones y alcaldías, y prepararse para su papel de opositor en el Congreso al gobierno próximo.
La CC no podía contravenir el rechazo a la aspiración de la señora Torres emanado del Registro de Ciudadanos, el Tribunal Supremo Electoral y la Corte Suprema de Justicia. Hubiera sido, como fue ampliamente señalado, el fin del sistema legal del país. La burla al espíritu y a la letra de la Constitución, es decir de la Ley de Leyes del país, hubiera derrumbado cualquier control legal.
La CC dejó claro de nuevo que, con la excepción del caso Ríos Montt —en el que estaba integrada por una mayoría de abogados que burlaron la Constitución—, se justifica su existencia. Los siete magistrados votaron en contra, incluyendo a los dos representantes del Ejecutivo, al darse cuenta de su responsabilidad histórica, personal, jurídica y ética. Votaron según la Constitución, e hicieron que el proceso electoral regrese a la normalidad perdida a causa de las acciones planificadas por la señora Torres y sugeridas por conmilitones políticos y abogados que aportaron a la incertidumbre nacional con sus intentos de burlar la Carta Magna y las demás leyes.
En esta lucha por afianzar la institucionalidad del país, fue notorio el silencio de los candidatos presidenciales, con la excepción notoria y loable de la señora Adela de Torrebiarte. Los demás aspirantes tienen ahora la obligación moral de abstenerse de cualquier referencia al caso. La única interpretación posible es que ellos igualmente actuarían de manera parecida de tener la oportunidad.
Una sociedad no puede vivir sin respeto a la Ley. La CC, con su fallo, demostró que el sistema legal del país puede ser confiable cuando se le utiliza. Este capítulo ya es del pasado: el victorioso es el sistema republicano de gobierno, y por eso no se puede hablar de una derrota de la señora Torres. Ella, simplemente, estaba fuera de la Ley. Ahora, la atención debe dirigirse a la realización de las elecciones.