sábado, 7 de enero de 2012

D-Frente

Columna publicada en elQuetzalteco, el 7 de enero de 2012

Por César Pérez Méndez
D-Frente 

Este año lo inicié leyendo Reflexiones bajo una tijera, un libro que se muestra interesante, de pasta tropical, cálida y amarilla. La presentación por el autor, el venezolano Oswaldo Pulgar Pérez, es muy atractiva, porque dice que escribió glosas para la buena vida.
Cada comienzo de año debe traer renovaciones, cambios, buenos pensamientos. El ambiente de armonía en el inicio de 2012, es un buen pretexto para refrescar y replantear mis ideas, desde las raíces; por ello, apreciables lectores y lectoras, aquí les presento el nuevo nombre de mi columna: D-Frente. Por varias razones, sobretodo, porque así hay que decir las cosas: D-Frente. Directo, claro, franco, sin intermediarios ni traductores.
En mi primera temporada, en este medio de comunicación -elQuetzalteco, impreso y en la Web: http://www.elquetzalteco.com.gt/-, antes de 2001, mi columna se llamaba Expresiones; luego, desde mayo de 2006, este espacio de ideas lo bauticé como Veritas, que en latín significa: Mi Verdad.
Luego de 269 columnas escritas ininterrumpidamente, cada semana, en casi seis años, quiero darle un giro, no a mis ideas, sino a la presentación. Ahora, en lugar de decir Mi Verdad, que en este tiempo a unos gustó, a otros interesó y a otros hasta incomodó, quiero hablar D-Frente.
Sabía que le tenía que cambiar nombre a mi columna, porque lo estático no sólo aburre, sino que reprime. D-Frente será una hiperactividad de ideas, donde seguiré escribiendo sobre lo que me gusta, complace y motiva, pero también sobre lo que me descompone y disgusta.
Con las ideas y pensamientos no hay que ser tan ambiciosos, sino más bien coherentes. Dice Pulgar Pérez que una vez un hombre joven estaba pidiéndole a Dios que le diera las fuerzas para cambiar el mundo, pero pasado en tiempo se dio cuenta que su pretensión era mayor, entonces pidió que pudiera cambiar su país, pero aun así, seguía siendo demasiado; entonces, pidió a Dios que le ayudara a cambiar lo que estuviera a su alcance, quién más que a él mismo.
Si cada uno comenzamos a cambiar, a lo mejor no giraremos el mundo, pero sí ayudaremos a transformarlo. Esta es mi reflexión de comienzo de año e inicio de una nueva etapa como columnista.

PUNTO FINAL. D-Frente, porque así hay que decir las cosas, jamás de otra manera.

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