Columna del sábado 11 de agosto de 2007
César Pérez Méndez
cperez@elquetzalteco.com.gt
VERITAS
Son 80 las personas que quieren ocupar una de las siete plazas disponibles en el Congreso de la República, por el distrito de Quetzaltenango; una primera lectura es que la contienda está cuesta arriba, sin embargo, matemáticamente no es así, porque la disputa está entre los 12 candidatos que encabezan las planillas y, en todo caso, podría colarse uno que otro segundo puesto en los listados de los partidos políticos.
Por ello, los electores deben poner sus ojos en esos 12 personajes que efectivamente pueden llegar a representar a Quetzaltenango. Si su objetivo es representar a los quetzaltecos, por lo menos, deberían ser I-9, más que por identificación, por conocimiento del entorno y porque de esa manera se garantizaría que los nuevos legisladores estuvieran en contacto con la comunidad que los eligió.
Pero para sorpresa, no todos los que encabezan las planillas son chivos; tres de los 12 nacieron en otro departamento y ni siquiera viven en suelo altense. ¿Con qué conocimiento de nuestra realidad pretenden representar a más de 700 mil quetzaltecos? En todo caso, por salud política deberían figurar en los listados nacionales, nómina que a mi parecer, debería desaparecer porque al final de cuentas no responde a ninguna zona geográfica.
Pero bueno, el punto a tratar es el de los representantes de Quetzaltenango y ahí si que estamos jodidos, no por los demás, sino por esos paracaidistas que cualquier viento los trajo y quieren sorprender a los votantes.
Aquí están los nombres: Marco Tulio Gramajo Tipac, de la Unión Democrática, UD, nació en Champerico, Retalhuleu, y ahora vive en Villa Nueva, Guatemala; cuando llega a Xela se le ve en la zona 4. Luego, la señora Flor de María Alvarado, de El Frente, es originaria de Retalhuleu y vive en la capital; ahora que está en campaña, se hospeda (vive) en un hotel del Centro Histórico altense. Y el trío de paracaidistas lo cierra Vinicio Zamora, de los Unionistas, originario y vecino de la ciudad capital.
Asimismo, aunque será difícil que gane, también se sabe que el actual diputado Héctor Loaiza, señalado de robo de combustible, buscará reelegirse representando a Quetzaltenango, por el Desarrollo Integral Auténtico, DIA.
No pretendo influir en su decisión de apoyar a cualquiera, es su derecho, pero lo veo como si un día, un ciudadano salvadoreño o costarricense se postulara para gobernar a los guatemaltecos.
PUNTO FINAL. Se debería reformar la ley para que los candidatos a diputados sean originarios y vivan en el departamento al que representarían.
