Columna del sábado 24 de noviembre de 2007
César Pérez Méndez
cperez@elquetzalteco.com.gt
VERITAS
Hasta hace poco, cuando alguien no tenía las condiciones mínimas para vivir en la tierra que lo vio nacer, su foco se centraba en la eventualidad de viajar ilegalmente a Estados Unidos, pero eso ha cambiado.
El Norte parece ya no ser la única opción; el “Sueño Americano” se está transformado en el “Sueño Europeo”. Y lo digo porque sé de unas cuantas historias que no necesariamente han terminado en sueños cumplidos, sino frustrados. Bien dicen que no todo es como se pinta.
Le cuento que en La Esperanza y San Juan Ostuncalco hay “coyotes” que además de ofrecer Los Ángeles, Phoenix, Chicago y otras ciudades gringas, como destino para hacer billete, están ofreciendo viajar al Viejo Continente.
Al estilo de una conquista a la inversa; si Cristóbal Colón, en 1492 descubrió América y se llevó toda la riqueza posible, ahora los indígenas del Suroccidente guatemalteco están viajando a España para traer todos los euros que puedan. Paradójico.
Pues bueno, el “coyote” los convenció y hace unos días salió un grupo de vecinos de Concepción Chiquirichapa y San Martín Sacatepéquez con rumbo a España. Eso sí, el costo, no menos a los Q40 mil por persona; algo exagerado tomando en cuenta que legalmente el viaje ida y vuelta no cuesta más de un mil euros (Q10 mil, estimando el cambio a 10 por 1). Ya se imaginan esas jugosas ganancias conseguidas bajo la ilusión de una vida mejor que no resultó ser así. Ahora les cuento.
Entonces, estos jóvenes no están en el Viejo Continente, ni mucho menos amasando euros; están en casa y con una deuda que arrastra intereses y que deben solventar ganando quetzales. Complicado, ¿verdad?
No resultó por varias razones, (lea la página 20 de la presente edición) entre ellas, que a pesar que en España las libertades son mayores, es más difícil encontrar trabajo. Además, no exigen visa para viajar, y como me contó Joaquín Arias, director de la página www.chapineseneuropa.com, aunque la Policía descubre a alguien sin papeles, es difícil que lo deporten. Y que después de permanecer tres años en España, se puede solicitar la residencia legal y se consigue hasta la doble nacionalidad; el camote es sostenerse porque allá la vida es mucho más cara que en EE. UU.
Arias estima que en Europa hay unos 15 mil guatemaltecos, de los cuales un 50 por ciento se dedica a estudiar.
PUNTO FINAL. Curioso. Los guatemaltecos no somos tan atractivos para las europeas, como nuestras féminas para los europeos. Arias dice que hay muchas connacionales casadas con españoles, alemanes, etcétera; pero pocos hombres con mujeres de esos países. O sea que estamos feos para estas cuatas.
