viernes, 2 de noviembre de 2007

Con la UNE o el PP, cuatro años después

Columna del sábado 3 de noviembre de 2007

César Pérez Méndez
cperez@elquetzalteco.com.gt
VERITAS

No creo que haya un empate a estas alturas, a pocas horas de que se lleve a cabo la segunda vuelta electoral, entre el general retirado Otto Fernando Pérez Molina y el ingeniero Álvaro Colom Caballeros; por imperceptible que sea la diferencia, hay un triunfador.
El ganador lo elegiremos usted y yo, los ciudadanos que acudamos mañana a las urnas electorales. Las encuestas han sido nada más eso, reflejos del momento en que se han realizado, la exactitud se conocerá mañana.
Los estudios de opinión no nos han confirmado nada, lo único que anticipan es que los resultados van a ser muy cerrados.
La diferencia va ser mínima porque, según estos estudios, el triunfador lo supera por alrededor de 5 puntos, pero hay que tener en cuenta que esos mismos 5 puntos son los del margen de error; eso quiere decir que no se sabe qué va pasar a la mera hora.
El punto no es quién de los candidatos es mejor o peor, el punto es que el país requiere al sustituto del presidente Oscar Berger Perdomo, y no hay más opciones que Colom Caballeros o Pérez Molina.
Anticipémonos a las cosas, porque ni va ganar el voto nulo ni las papeletas en blanco: ¿Cómo va estar Guatemala, cuatro años después, en manos de la Unidad Nacional de la Esperanza, UNE, o del Partido Patriota, PP?
No se trata de sacar la bola de cristal o de tirar las cartas, es por lo que han dicho, hecho y por sentido común.
Si gana Colom, creo que terminaría de gobernar sumido en la corrupción, lo digo por quienes lo rodean, hasta desconocidos. En el caso de que llegue a gobernar Pérez, su mayor fracaso será no haber resuelto la inseguridad; lo pienso porque no es un problema nacional, sino mundial. No podemos estar en una burbuja.
Lo que estoy tratando de decir es que uno o el otro terminarán de desencantar a la población; cuatro años después todo seguirá igual o peor, aunque a lo que estamos apostando los votantes es que por lo menos mejore, sino sustancialmente, levemente la situación de todos.
Hablar de logros, dentro de cuatro años, es muy atrevido; sin embargo, anticipo que los mayores beneficios en manos de la UNE serían para las zonas rurales, y el PP se enfocaría más en las urbes.
Cuestionar el liderazgo de los aspirantes a la Presidencia es ser torpe, porque cada uno lo es, a su modo; de no ser así, no estarían en la segunda vuelta.
Y ojo, la violencia no se combate ni con inteligencia ni con mano dura, es con actitud, y eso no se puede ver ahora, sino hasta que uno de ellos esté al mando.

PUNTO FINAL. Olvidemos las campañas negras, si nadie es monedita de oro… No dejemos que nos manipulen u obstaculicen nuestra decisión. Cada quien es libre de elegir.