viernes, 25 de julio de 2008

¡Salud!

Columna del sábado 26 de julio

César Pérez Méndez
cperez@elquetzalteco.com.gt
VERITAS

¡Salud! ¡Salud! ¡Qué más quisiera!
No estoy hablando de copas… me estoy refiriendo a su salud, a nuestra salud. Y me preocupa, porque para la Organización Mundial de la Salud, “es el estado de completo bienestar físico, mental y social”, así diría que, casi nadie, está sano.
Agreguemos que la definición señala que salud no es solamente la ausencia de afecciones y enfermedades, es decir, dolor.
Bajo este panorama y ahora que casi lo convenzo de que usted está enfermo, pero no grave, le comento que platiqué con el doctor Diego Antonio Manrique De León, no para que me recetara algo, sino para que me contara cómo está este tema en el departamento de Quetzaltenango, ya que funge como director del Área de Salud.
Nada me sorprendió, es más, me terminé de preocupar, es decir, enfermar un poco más, -dicho en este contexto-, porque al Estado no parece interesarle la salud de los ciudadanos y más precisamente de los pobres.
Si usted no se siente bien, sólo le quedan dos caminos, aguantarse –no hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista- o curarse, y si escoge lo segundo, únicamente hay dos posibilidades, en lo privado, eso si tiene dinerito o ver si en lo público le dan unos calmantes, porque de eso, no pasan.
Veamos que a Quetzaltenango, en este 2008, el Gobierno le asignó Q29 millones 367 mil, apenas Q978 mil más que el año pasado. Esta suma no es nada, si la colocamos frente a las imperantes necesidades de la población; pero todavía es más poco cuando se sabe que al presupuesto hay que restarle Q13 millones 194 mil para salarios de médicos y enfermeras; lo que significa que disponen de Q16 millones, de los cuales unos Q10 millones son manejados por Organizaciones No Gubernamentales para dar “atención primaria”, donde el sistema público no llega. Con esto último no estoy de acuerdo, porque quién sabe si hacen algo en las comunidades más lejanas, aunque el referido doctor me aseguró que es funcional y que la atención es fiscalizada.
Para mejorar esto se necesita un presupuesto más amplio y que todo esté en manos de Salud Pública, aunque esto no garantice trasparencia, por lo menos se podrían enfocar en quienes verdaderamente urgen auxilio; para esto, habrá que destinar a este rubro más del 6 por ciento del presupuesto nacional, como ahora, y más allá de ese escaso 0.9 por ciento del Producto Interno Bruto, PIB.
Mientras tanto, más que curarse, haga lo que los médicos llaman salud preventiva; practique algún deporte y coma adecuadamente, o haga lo que quiera.

PUNTO FINAL. Manrique De León es de los pocos funcionarios departamentales del anterior gobierno que siguen con el hueso; está confiado, dice que no está por afinidad con el partido gobernante, sino por capacidad. ¡Vaya pues!

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