Le comparto el siguiente escrito interesante de Elizabeth Flores
La fiebre del futbol. Las cervezas puestas, las botanas, el ambiente propicio, las pláticas, las risas. Todo previo a un partido de futbol. ¿El objetivo? Que el equipo favorito anote goles y gane. Básicamente eso en 90 minutos.
¿Es que acaso entonces el futbol es una analogía del sexo? Claro, no por los minutos en muchas ocasiones, sino porque ponemos la mesa prácticamente para esperar el clímax final y hacemos todo para que esto suceda...
Sí, el sexo y el futbol tienen sus analogías. Si se gana o se pierde la respuesta no será la misma al final del juego. El gol en la portería propia o contraria afecta nuestro estado de ánimo. Nos alegra si se anota; nos causa sinsabor si fallamos. Y el gol es, en mucho, parecido al orgasmo: todos lo quieren, lo anhelan, lo buscan, hacen hasta lo imposible por tenerlo y cuando se obtiene entonces es el grito, la victoria, la emoción, la risa y casi el llanto. Y ya.
Como el orgasmo el gol es difícil de explicar, fácil de sentir; difícil de obtener, fácil de dejarse llevar y correr por el estadio entero una vez que se ha obtenido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario