viernes, 29 de junio de 2007

Dejemos el romanticismo

Columna del sábado 30 de junio de 2007

César Pérez Méndez
cperez@elquetzalteco.com.gt
VERITAS

No es desencanto ni desamor, es realidad, o por lo menos, lo que entiendo; como sea, es lo que sostengo. Mi propósito no será convencerlo con el siguiente planteamiento, sino invitarlo a que cambie lo emotivo por la razón, siquiera por un momento, para ver en qué escenario estamos realmente ubicados los quetzaltecos.
Para comenzar, decimos que Quetzaltenango es la segunda ciudad del país, la segunda capital; perdón, pero no es cierto. No es verdadera la posición cuando la economía de otros departamentos como Escuintla y los del Oriente guatemalteco son más fuertes y sólidas que la nuestra. Está claro que para atribuirse una categoría en términos territoriales, lo que manda es el billete. En infraestructura vial, por ejemplo, vemos que otras regiones están mejores.
Ah, pero eso sí, somos la Cuna de la Cultura, la Ciudad de la Estrella y tantos más calificativos; tampoco. No es cierto que seamos promotores e impulsores culturales, de eso tienen más otras ciudades como Antigua Guatemala, donde los fines de semana florece el aroma cultural.
A mí me daría tristeza si al llegar a este párrafo, estimado o estimada lectora, usted dijera que estoy equivocado, que no quiero a Xela o cualquier otro pensamiento negativo, porque para escribir estas líneas no me tuve que quitar la camiseta chiva, simplemente me estoy sincerando, porque de no aceptar dónde estamos y hacia dónde vamos, no llegaremos a ningún lado.
Mi atento llamado es para que dejemos el romanticismo, ese que nos pinta Xela como la octava maravilla, como la Ciudad de la Estrella, que no hay otro como nosotros, muy cierto porque no hay dos Xelas, pero también hay que aceptar que hay mejores ciudades; la idea es que no seamos de las peores o vayamos en retroceso.
No es que no acepte la importancia de la ciudad de Quetzaltenango en el contexto nacional, ni reconozca que hay cosas buenas, como el crecimiento comercial y el desplazamiento de todas las universidades del país a la ciudad, sino que estoy siendo juicioso, no vaya ser que por soñar y abrazar el segundo lugar, estemos ya desplazados, como yo creo.
El punto es que Xela tiene con qué, para comenzar su gente trabajadora, pero mucho tienen que ver las autoridades que permiten o no esa consolidación o crecimiento que se requiere para ser verdaderamente la segunda ciudad más importante del país. Mucho hay que hacer, cada uno por su lado.

PUNTO FINAL. Lo innegable es la ubicación estratégica de Xela, echémosle un vistazo a lo comercial y político; entonces, hay que sacarle más jugo a los potenciales existentes.