martes, 4 de octubre de 2011

La prensa en tiempos electorales

José Rubén Zamora Marroquín
Los dueños de “elPeriódico” o las razones de por qué usted lee, lo que aquí lee
Me permito reproducir completo y literal la siguiente opinión del viernes reciente 30/09/2011, no sólo porque es valiente, sino porque es una muestra de que la verdad es nada más que la verdad y no hay que ocultarla. Una opinión escrita por el presidente del diario elPeriódico, el ingeniero y periodista José Rubén Zamora Marroquín, de 55 años:
Por: José Rubén Zamora
Por fin va a entrar en vigencia una ley de acciones nominativas, que ayudará a transparentar la estructura de propiedad de las empresas. Aunque para muchos accionistas esto representa un riesgo de seguridad, justamente la presión internacional para que lo hagamos es por “razones de seguridad”: los criminales e intereses inconfesables suelen ponerse máscaras bonitas. Se hacen codueños de empresas de respeto y tradición, y el anonimato o los prestanombres les sirven de mampara.
Las acciones al portador dieron pie a muchos abusos (como la elusión sistemática del pago de impuestos), pero también echaron gasolina a muchas especulaciones. Vivimos en Guate-bolas y aquí todo se vale. Como decía Mario Monteforte Toledo, el deporte nacional en el que nos llevamos medalla de oro olímpica, es la descalificación. Por qué no mencionar la fábula chapina de los cangrejos autocarceleros: aquí quien destaca, lo sentamos en una estaca.
Mientras llega el momento de poner las cosas en vitrina, según los procedimientos de ley, permítanme, amables lectores que nos han depositado su confianza, adelantar las cosas insólitas de la propiedad de este diario y de su conducta independiente.
Muchos me preguntan, ¿por qué elPeriódico es díscolo y tira dardos por doquier? Y mi respuesta es: por el compromiso de hacer un diario independiente y el enorme fraccionamiento de su propiedad.
Esto se explica de dos maneras. La primera es porque el Media Development Loan Fund (MDLF), un fondo de inversiones global con sede en Nueva York y Praga, que ha sido vital en el resurgimiento de la prensa independiente tras la guerra fría, adquirió y me confió el 60 por ciento de las acciones de elPeriódico, como base y condición para no caer en manos de poderes fácticos o institucionales con vocación autoritaria. Por cierto, los recursos provenientes del MDLF son préstamos con intereses a tasas de mercado para los medios de prensa independientes, y sus fondos han tenido su origen en las cadenas de diarios gringos, plata del Departamento de Estado de los Estados Unidos, de países europeos y de George Soros.
Vale la pena señalar, que el MDLF surgió específicamente para apoyar prensa independiente y plural en la ex-Unión Sovietica, Europa del Centro y más recientemente en los países musulmanes. El caso del apoyo hacia elPeriódico de Guatemala (el único diario que apoyan en América), más obedeció a mi incansable tenacidad y persistencia y a la lucha inclaudicable del grupo de colegas que trabajamos juntos.
La segunda razón, es porque el 40 por ciento de acciones restantes están distribuidas en más de dos centenares de accionistas pequeños, del variopinto paisaje guatemalteco. Con toda confianza puedo decir que varios trabajadores del diario tienen su acción y que también personajes polémicos de la vida política hicieron su contribución simbólica en los albores del diario, y nos ayudaron a parirlo en 1996.
Entre esos accionistas quijotescos está nuestro querido y admirado Edmond Mulet, subsecretario de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Pero también, hasta hace pocos días, el menos querido y encartado en tribunales, el exvicepresidente de la República, Francisco Reyes López. Y ahora me encuentro ante la insólita situación en que tengo dos candidatos a la Presidencia, Otto Pérez Molina y Manuel Baldizón, también accionistas minoritarios de esta empresa periodística. En el caso de Baldizón, en realidad, quien compró la acción fue su padre, Salvador Baldizón, estimado y admirado condiscípulo de mi suegro en la Facultad de Medicina de la Usac, hace más de medio siglo y socio del diario hace ya más de ocho años, cuando Manuel era un diputado desconocido para el gran público. Incluso yo no lo conocía personalmente, más que por la propia prensa. No obstante, debo decir y reconocer, con profundo agradecimiento, que el papel de Manuel fue clave en el nacimiento e institucionalización del proyecto capital de mi vida: Guatefuturo, fundación dedicada a formar agresivamente capital humano, a través de becas para maestrías y doctorados para chapines con excelencia académica, en las mejores universidades del mundo, institución que hoy cumple exitosamente su misión, liderada por Luis Miguel Castillo, Flavio Montenegro, Luis Lara, Rodrigo Cordón y Yolani Soto, entre otros destacados guatemaltecos.
Debo decir que Otto Pérez jamás me ha pedido un favor ni me ha molestado, mientras que Manuel es capaz de hostigar y hacer explotar al más paciente. No obstante, jamás le hemos hecho concesión alguna, y, elPeriódico, ha sido el más crítico con sus ocurrencias, muchas extravagantes y excéntricas. Al extremo, que hace cinco semanas le pedí, a través de interpósita mano, que me vuelva a llamar o buscar hasta después del 16 de enero del año entrante.
Menciono estos nombres de actualidad para hacer el contraste. Los lectores pueden revisar elPeriódico desde su fundación y verificar el tratamiento que se les ha dado a dichos personajes. ¡Hemos sido sus verdugos, con su propia plata! Somos críticos independientes y aquellos socios con responsabilidades públicas, han sido y serán objeto de análisis y escrutinio como cualquier otro guatemalteco. Con nosotros compraron algunas acciones de las 5 mil acciones del diario, pero nunca inmunidad, impunidad ni privilegios.
Aquí no hay censura. Por eso es que no se han salvado de las críticas, mordaces o agudas, de columnistas, ni de reportajes e investigaciones que les interpelan a cinco columnas y primeras planas. La mayoría de ellos tampoco, en ningún caso, ha reclamado un trato preferencial. Y, quienes lo han pedido, han encontrado más severidad. ¿Por qué? Porque la propiedad no interfiere en la línea editorial y porque la planificación de cobertura y enfoque la realizan periodistas profesionales, sin interferencias políticas. ¿Por qué? Porque el poder que afuera de este diario ellos pueden tener, aquí no existe.
En el fondo lo que hemos construido es una complicidad sana. Cualquier persona –político, profesional liberal o empresario– puede venir aquí y comprar su acción –no más de cierto límite permitido– y asegurarse de que no hay un dueño absoluto comprometido con algún poder. Eso les da confianza. Y esa confianza, traducida en su pequeño poder en esta cápsula de información, nos da también estabilidad a nosotros. Así lo entendieron y respetaron en su momento, Ramiro De León Carpio, la Fundación Myrna Mack, Acción Ciudadana, la Asociación de Azucareros, ochenta socios industriales, entre ellos Mario Monteforte Toledo, el Maistro Maco Quiroa, Miguel Ángel Albizures y 186 socios capitalistas, dueños de muchas de las más grandes empresas del país, que jamás han turbado nuestro trabajo periodístico.
Queda suelta una pregunta, si yo tengo el 60 por ciento y por tanto soy la mayoría ¿quién me controla a mí?, ¿a quién rindo cuentas? El modelo en ese sentido funciona, pues el MDLF puso su dinero basado en sus principios de periodismo independiente y plural y con exacta puntualidad, viene, sobre bases mensuales, a contarme las costillas, además que lo hace con paciencia franciscana cada día, cada edición.
Confieso que de vez en cuando los del MDLF me jalan las orejas y me exigen más resultados en la parte comercial. También, me piden más y más control y definición de una línea editorial independiente, veraz, rigurosa, profesional y no dejarla solo al criterio personal de directivos; me están levantando estándares internacionales de investigación periodística.
Y eso es bueno, porque nos ayuda a ser más profesionales y contribuye al desarrollo democrático de Guatemala. También contribuye a mejorar la calidad del medio periodístico. Asimismo, nos da la oportunidad de construir una empresa de información pública, con intereses privados, que se neutralizan mutuamente y que tienen un ojo imparcial que los vigila.
Esta es otra forma de ver mi laberinto perfecto: es decir, sin salida. En cuanto a Manuel Baldizón, si creyó que las acciones que le compró su estimado padre le garantizaban un trato preferencial, nos podemos sentar, y, arreglar la recompra de las mismas, tan pronto como nos sea posible. Mientras tanto, esta mezcla amigable de Bucaram, Correa y Chávez, debería de enfocarse en su trabajo y dejarnos realizar el nuestro, el cual, según parece, jamás entenderá, aunque haya ido a tantas universidades. Los principios, las convicciones y la inteligencia, entre otras cosas, no las venden en Paiz.


¿Quién es José Rubén Zamora Marroquín?

Tiene 55 años. Rubén Zamora Marroquín es fundador de tres periódicos en Guatemala. Siglo Veintiuno en 1990, elPeriódico en 1996 y Nuestro Diario en 1998.

Ha generado controversia en su papel como periodista. Desde 2003 ha experimentado
ataques, amenazas e incluso el secuestro de su trabajo periodístico.  

Recibió el Premio María Moore Cabot de la Universidad de Columbia en 1994 y el CPJ el Premio Internacional Libertad de Prensa de la Comisión de Periodistas en 1994. En el año 2000, fue nombrado uno de los 50 Héroes de la Libertad de Prensa del siglo 20 por el Instituto Internacional de Prensa.
  

elPeriódico, fue lanzado el 6 de noviembre de 1996, gracias a las donaciones de ciudadanos que apoyaron su postura sobre la libertad de prensa. Fue comprado por los dueños de Prensa Libre, de mayor venta de periódicos de Guatemala, en 1997.
En junio de 2003 unos hombres armados entraron en la casa de Zamora, y retuvieron a él ya su familia como rehenes durante varias horas.
A punta de pistola frente a su esposa e hijos, que estaba atado a una silla, y dijo que el gobierno quería que se detuviera sus informes negativos. Debido a la peligrosa situación, Zamora se vio obligado a enviar a su familia al exilio en Miami hasta las próximas elecciones presidenciales habían terminado, pero se quedó en Guatemala sí mismo para continuar su cobertura sin concesiones de la elección.
Los esfuerzos de Zamora han ayudado a crear una prensa mucho más fuerte y más independiente en Guatemala. El 15 de octubre de 2003 fue galardonado con el Premio Knight.

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