Reproduzco el interesante Editorial de Presa Libre publicado hoy:
Hoy por la tarde arribará a Guatemala el presidente de Taiwán, doctor Ma Ying-jeou, en una visita que es vista con agrado por muchos guatemaltecos, a causa del largo historial de cooperación de ese país, en diversas actividades y para entidades públicas y privadas. Debido a ello es un visitante que merece aplausos de agradecimiento.
El doctor Ma, de 59 años, es un político de la clase que debería tener Guatemala. Tiene una prestigiosa carrera de servicio público, un doctorado de Harvard en Derecho Económico Internacional, participó en el equipo de trabajo encargado de los asuntos de China Continental. Fue ministro de Justicia, del cual renunció al sentirse responsable de que hubieran ocurrido varios crímenes, y luego fue alcalde de Taipei en dos ocasiones, en comicios que ganó por el 51% y el 64% de los votos, respectivamente. Acusado de corrupción, fue absuelto en el 2007, y al año siguiente ganó con el 58% de los sufragios.
Taiwán ha demostrado su apoyo a Guatemala, a través de fortalecer y mejorar su agricultura e industria, en temas que incluyen productos agroindustriales, viviendas de bambú y otros. Todo ello hace que para los guatemaltecos sea importante el mantenimiento de esa relación, y las muestras de desagrado de China Continental por esta visita constituyen una prueba de que este último país condiciona lo comercial a aspectos políticos que afectan de manera directa la soberanía nacional.
Taiwán debe asegurarse de que las colaboraciones que otorga lleguen a las manos que en realidad lo necesitan, sin acondicionamientos políticos partidistas, y que sean distribuidos utilizando las instituciones estatales legalmente existentes, que por ello sus operaciones pueden y deben ser fiscalizadas, para asegurar que se hagan con transparencia. En ese sentido, las 27 ambulancias obsequiadas recientemente deberían haber sido donadas al Ministerio de Salud, para que no pudieran ser repartidas de manera que no deje lugar a dudas.
Dentro de esa línea de pensamiento, una de las formas más efectivas para lograr lo anterior es que la colaboración sea hecha para realizar obras de infraestructura fiscalizadas por entidades escogidas por los donantes. Un ejemplo claro sería continuar hasta El Rancho, o más allá, la ampliación de la carretera al Atlántico, que ya fue ejecutada con dinero de Taiwán, con beneficio directo para miles de usuarios, así como para la economía nacional. Una obra así la puede utilizar la totalidad de los guatemaltecos, no solo quienes residan en lugares decididos por razones de conveniencia política.
Un país amigo como Taiwán también debe tomar en cuenta al sector privado nacional especializado en llevar el desarrollo a muchos lugares del país. Guatemala es un país importante políticamente para Taiwán, y éste es un amigo cuya generosidad ha sido demostrada en numerosas ocasiones. Con el prestigio del doctor Ma en el tema de la transparencia, se puede prever que desaparecerán las posibilidades de mal uso en Guatemala de los fondos de los contribuyentes taiwaneses.
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