Este Miércoles Santo trae recuerdos de mi niñez, nos divertíamos, con mi hermano Noé, al ver que Judas salía en hombros de un grupo de muchachos, a pedir dinero: “candela para Judas” y al día siguiente, -Jueves Santo- salían a pedir “pan para Judas”.
La historia dice que Judas había sido privilegiado al formar parte de los “amigos de Jesús”, era uno de los 12 apóstoles. Pero, fue con los sumos sacerdotes para proponerles la entrega del Maestro, a cambio de treinta monedas de plata. ¿Cuántos Judas seguirán existiendo en estos tiempos?
Esa traición tuvo su importancia, porque vemos como se entrelazan los propósitos de Dios y el libre actuar de ese ser humano llamado Judas Iscariote. Dicen que nadie puede negar que Judas haya actuado con libertad; sin embargo, su actuación fue anunciada de antemano.
De esa cuenta, por su papel trascendental, Judas es tradicionalmente caracterizado en varios pueblos del país por un monigote durante la Semana Santa –hoy y mañana- y quemado o ahorcado el Sábado de Gloria.
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